Sabemos aún muy poco sobre ese lejano mundo, descubierto hace apenas 80 años. Lo cual significa que ni siquiera hemos tenido tiempo aún de observar su comportamiento durante una órbita completa, que dura 248 años.
Nuevas y sorprendentes noticias nos llegan desde Plutón. Por un lado, los astrónomos han detectado por primera vez monóxido de carbono en su atmósfera. Y por otro, esa misma atmósfera se está expandiendo de forma sorprendente desde el año 2000. Podría tratarse de cambios estacionales desconocidos provocados por la reciente aproximación de Plutón al Sol, lo que estaría llevandole a comportarse de una forma sospechosamente parecida a la de un cometa. La investigación aparece en la edición online de Science.
Sabemos aún muy poco sobre ese lejano mundo, descubierto hace apenas 80 años. Lo cual significa que ni siquiera hemos tenido tiempo aún de observar su comportamiento durante una órbita completa, que dura 248 años. Plutón es el único "objeto transneptuniano" conocido que dispone de una atmósfera, que fue descubierta en 1988, cuando el planeta enano pasó entre la Tierra y una lejana estrella, bloqueando temporalmente su luz y permitiendo a los investigadores obtener datos que hasta entonces habían permanecido inéditos.
Sin embargo, el único componente detectado entonces en la tenue atmósfera plutoniana fue el metano. Un gas al que ahora se añade también el monóxido de carbono. De haber estado presente con anterioridad, el monóxido de carbono debería haber sido detectado en los estudios previos, pero fue así. Lo que hace suponer que su presencia es muy reciente y se debe a alguna clase de cambio estacional hasta ahora desconocido.
Plutón se descubrió sólo hace 80 años, menos de un tercio del tiempo que necesita para hacer una única órbita, señala Jane Greaves, la astrobióloga de la Universidad de St. Andrews en el Reino Unido que ha dirigido el estudio, por lo que “estamos viendo todo lo que pasa por primera vez”.
Los investigadores esperan añadir muy pronto a la lista de componentes atmosféricos otro elemento, el nitrógeno, que además debería de ser el más abundante, aunque resulta muy difícil de detectar debido a sus débiles emisiones en el espectro electromagnético. “Resulta frustrante que no sepamos nada sobre el 97% de la atmósfera de Plutón”, comenta Greaves.
Los datos recabados en las nuevas observaciones revelan, también, un hecho desconcertante: la atmósfera de Plutón está creciendo. Hasta ahora, la capa gaseosa que envuelve al planeta enano no se había extendido a más de 135 km. de altura desde su helada superficie. Pero los datos obtenidos por Greaves y sus colegas usando el telescopio James Clerk Maxwell, en Hawaii, indican que la atmósfera alcanza, ahora, alturas de más de 3.000 km., una distancia que es casi la cuarta parte del camino ahasta Caronte, la mayor de las lunas de Plutón. “Esto no era lo que esperábamos”, afirma Greaves. “La atmósfera ha cambiado muy drásticamente”.
Su atmósfera se expande
Los investigadores creen que el monóxido de carbono recién detectado procede de la propia superficie helada del planeta enano, y que se liberó principalmente a partir de 1989, cuando Plutón pasó por el punto más próximo al Sol de su órbita. En ese momento, la superficie se calentó lo suficiente como para liberar esos gases e incorporarlos a su atmósfera, lo cual, además, coincide con las observaciones realizadas por el Hubble durante los últimos cuatro años.
El telescopio espacial, en efecto, detectó un patrón de luces y sombras sobre la superficie de Plutón, probablemente debidas al deshielo parcial causado por la radiación solar.
Tenemos, pues, a un Plutón que tiene una atmósfera que se expande al recibir los gases procedentes de la superficie que se liberan cuando el planeta enano pasa cerca del Sol a lo largo de su larga y excéntrica órbita. Un comportamiento que resulta tremendamente familiar... en los cometas. Y que podría verse reforzado con otra sorprendente característica, nada habitual en un cuerpo planetario: el hecho de que Plutón podría tener, como los cometas, una cola.
Actualmente, el mismo equipo que dirige Jane Greaves está recopilando los datos necesarios para comprobar esta posibilidad. En concreto, los investigadores están analizando un tenue corrimiento hacia el rojo en la firma espectral del monóxido de carbono, algo que indica que el gas se está alejando del planeta de una forma poco habitual.
Es posible, creen los investigadores, que esa nube de gas en movimiento se origine en las capas altas de la atmósfera plutoniana, donde reside el monóxido de carbono, y que desde allí sea barrida hacia el exterior por el viento solar, transformándose, literalmente, en una cola.
Si este extremo se confirma, estaríamos ante algo totalmente inesperado y que daría un nuevo vuelco a la misteriosa identidad de Plutón, el mundo que pasó de ser un planeta de pleno derecho a ser un "planeta enano" y que ahora exhibe rasgos, comportamientos y características propias de un cometa.
Sabemos aún muy poco sobre ese lejano mundo, descubierto hace apenas 80 años. Lo cual significa que ni siquiera hemos tenido tiempo aún de observar su comportamiento durante una órbita completa, que dura 248 años. Plutón es el único "objeto transneptuniano" conocido que dispone de una atmósfera, que fue descubierta en 1988, cuando el planeta enano pasó entre la Tierra y una lejana estrella, bloqueando temporalmente su luz y permitiendo a los investigadores obtener datos que hasta entonces habían permanecido inéditos.
Sin embargo, el único componente detectado entonces en la tenue atmósfera plutoniana fue el metano. Un gas al que ahora se añade también el monóxido de carbono. De haber estado presente con anterioridad, el monóxido de carbono debería haber sido detectado en los estudios previos, pero fue así. Lo que hace suponer que su presencia es muy reciente y se debe a alguna clase de cambio estacional hasta ahora desconocido.
Plutón se descubrió sólo hace 80 años, menos de un tercio del tiempo que necesita para hacer una única órbita, señala Jane Greaves, la astrobióloga de la Universidad de St. Andrews en el Reino Unido que ha dirigido el estudio, por lo que “estamos viendo todo lo que pasa por primera vez”.
Los investigadores esperan añadir muy pronto a la lista de componentes atmosféricos otro elemento, el nitrógeno, que además debería de ser el más abundante, aunque resulta muy difícil de detectar debido a sus débiles emisiones en el espectro electromagnético. “Resulta frustrante que no sepamos nada sobre el 97% de la atmósfera de Plutón”, comenta Greaves.
Los datos recabados en las nuevas observaciones revelan, también, un hecho desconcertante: la atmósfera de Plutón está creciendo. Hasta ahora, la capa gaseosa que envuelve al planeta enano no se había extendido a más de 135 km. de altura desde su helada superficie. Pero los datos obtenidos por Greaves y sus colegas usando el telescopio James Clerk Maxwell, en Hawaii, indican que la atmósfera alcanza, ahora, alturas de más de 3.000 km., una distancia que es casi la cuarta parte del camino ahasta Caronte, la mayor de las lunas de Plutón. “Esto no era lo que esperábamos”, afirma Greaves. “La atmósfera ha cambiado muy drásticamente”.
Su atmósfera se expande
Los investigadores creen que el monóxido de carbono recién detectado procede de la propia superficie helada del planeta enano, y que se liberó principalmente a partir de 1989, cuando Plutón pasó por el punto más próximo al Sol de su órbita. En ese momento, la superficie se calentó lo suficiente como para liberar esos gases e incorporarlos a su atmósfera, lo cual, además, coincide con las observaciones realizadas por el Hubble durante los últimos cuatro años.
El telescopio espacial, en efecto, detectó un patrón de luces y sombras sobre la superficie de Plutón, probablemente debidas al deshielo parcial causado por la radiación solar.
Tenemos, pues, a un Plutón que tiene una atmósfera que se expande al recibir los gases procedentes de la superficie que se liberan cuando el planeta enano pasa cerca del Sol a lo largo de su larga y excéntrica órbita. Un comportamiento que resulta tremendamente familiar... en los cometas. Y que podría verse reforzado con otra sorprendente característica, nada habitual en un cuerpo planetario: el hecho de que Plutón podría tener, como los cometas, una cola.
Actualmente, el mismo equipo que dirige Jane Greaves está recopilando los datos necesarios para comprobar esta posibilidad. En concreto, los investigadores están analizando un tenue corrimiento hacia el rojo en la firma espectral del monóxido de carbono, algo que indica que el gas se está alejando del planeta de una forma poco habitual.
Es posible, creen los investigadores, que esa nube de gas en movimiento se origine en las capas altas de la atmósfera plutoniana, donde reside el monóxido de carbono, y que desde allí sea barrida hacia el exterior por el viento solar, transformándose, literalmente, en una cola.
Si este extremo se confirma, estaríamos ante algo totalmente inesperado y que daría un nuevo vuelco a la misteriosa identidad de Plutón, el mundo que pasó de ser un planeta de pleno derecho a ser un "planeta enano" y que ahora exhibe rasgos, comportamientos y características propias de un cometa.